La perfecta oportunidad para agradecerles

El día de las madres es una celebración que honra a las madres y a la maternidad. Esta festividad se celebra en diferentes partes del mundo. Cada cultura tiene sus propias tradiciones para festejar este día tan especial. Aunque la fecha varía según la región, el objetivo es el mismo: honrar a las madres y agradecerles por su amor y dedicación.

El día de las madres es la perfecta oportunidad para agradecer y festejar a mamá. Ella es nuestro primer amor y nosotros su amor eterno. La madre es un ser que ama incondicionalmente y sin importar el tiempo o la distancia ella siempre está, ella siempre espera.

La madre simboliza fuerza, entereza, sacrificio, ternura, paz, alegría y un amor infinito. Ella es el refugio cuando sientes miedo y es el consuelo si te sientes triste. No importa que tanto crezcas siempre serás su bebe y sin importar que tan lejos viajes su pensamiento y su oración estarán contigo.

“El amor de una madre no contempla lo imposible.”

Charles Paddock

Una madre es la guía que te prepara para el camino. Te inculca los valores en los que basas tus decisiones. Te enseña a ser independiente, a tener amor propio, a creer en tus sueños y a jamás rendirte.

Una madre es la mejor amiga. Te escucha con paciencia, te aconseja, ríe contigo y también llora contigo. Ella te habla con la verdad aun cuando puede no ser agradable. Se alegra de tus triunfos y cuando fallas permanece a tu lado.   

Una madre es una guerrera. Lucha por el bienestar y la felicidad de sus hijos. Trabaja incansablemente para darles lo mejor. Enfrenta la vida con valor y aunque el camino se torne escabroso ella sigue adelante.

Una madre es una heroína. Su superpoder es amar sin límites. Ella lo resuelve todo, encuentra todo y está cuando se le necesita. Resiste noches sin dormir y siempre es la última en la fila. Trabaja los días festivos y los fines de semana. Y como magia puede transformar tus lágrimas en una sonrisa. 

“La frase ‘madre trabajadora’ es redundante.”

Jane Sellman

No hay nada como el amor de una madre. Su entrega total e incondicional es algo que debemos agradecer y valorar. El fuerte lazo entre la madre y un hijo es indestructible y permanecerá por siempre.

El amor de una madre es infinito. En su corazón solo está el deseo de verte feliz y con una vida plena. Todo lo que hace es con una buena intención. Es el amor más puro y desinteresado que puede existir. Disfrutemos de esa bendición y valoremos cada instante que Dios nos permite tener a nuestra madre. No permitamos que el tiempo y la rutina nos robe la oportunidad de hacerla sentir amada, respetada, valorada y plenamente feliz.   

Si tienes a tu madre con vida, aprovecha el tiempo a su lado, no todos tienen esa suerte. Abrázala, bésala y dile cuanto la amas. Si necesita de tus cuidados, hazlo con cariño y paciencia, recuerda cuando eras niño y era ella la que te cuidaba y protegía. Visítala, escúchala y sácala a pasear. Haz las paces con ella antes de que sea tarde.

Celebremos a mamá este día de las madres llenándola de amor y alegría. Regalémosle tiempo y hagámosle saber lo agradecidos y orgullosos que nos sentimos de ser sus hijos.