Para ser feliz se necesita valor
¿Tienes el valor de ser feliz?
Se nos van los años tan de prisa mientras esperamos el momento preciso o la mejor oportunidad. Escuchamos que la vida es un instante y concordamos pero, aun así, continuamos dejando que el tiempo transcurra. No hacemos esa llamada tan importante, no enviamos ese mensaje tan especial, no pedimos perdón ni perdonamos y no decimos te quiero hasta que ya es muy tarde. Tampoco emprendemos esa gran idea que ronda por nuestra mente desde hace tiempo y siempre tenemos una excusa para postergar nuestros sueños.
La vida es solo un momento, debemos disfrutarla y aprovechar cada instante. No permitas que se te escape sin vivirla o sin dejar una buena huella. Aprovecha cada oportunidad para ser una mejor persona, toma el tiempo para disfrutar de tus seres queridos, de los amigos, de la naturaleza y de todos los regalos que la vida te ofrece. Cada día es único, una nueva oportunidad y un milagro.
Ten el valor de ser feliz.
Ten el valor de aceptarte y amarte tal y como eres, con cualidades, defectos, fortalezas y debilidades. Eres un ser único y fuiste enviado al mundo con un propósito especial, búscalo. Ámate profundamente, en la medida que te ames serás amado. Aceptarse no significa conformarse, siempre se puede mejorar. Si deseas o es preciso hacer algunos cambios, no te detengas, tienes el poder de ser la mejor versión de ti mismo en todo sentido. Procura ser amable y paciente contigo mismo, eres tu mejor amigo.
No se trata de ser perfecto, solo sé la mejor versión de ti mismo.
Ten el valor de cambiar pensamientos y creencias que te limitan. No permitas que ideas destructivas te convenzan de no ser suficientemente talentoso o capaz de desarrollar tus potenciales. Eres mucho más que cumplir con estándares de belleza y peso que se han impuesto en la sociedad. Mereces abundancia y prosperidad en todos los sentidos; el éxito económico no es malo y tener dinero no te vuelve una mala persona. Ser diferente, pensar diferente o tener preferencias diferentes no te hace menos digno o menos valioso. Tienes derecho a ser amado, a ser aceptado y a ser respetado. Elimina de tu vida todo aquello que te haga pensar o sentir que no eres lo bastante bueno para merecer éxito y abundancia.
Transforma tus creencias limitantes en posibilidades ilimitadas.
Ten el valor para responsabilizarte de tu salud. Alimentarte con una dieta equilibrada le dará a tu cuerpo los nutrientes necesarios para funcionar adecuadamente. Te ayudará a mantener un peso saludable, y lo más importante, estarás sano por dentro. La mejor inversión para tu salud es una buena alimentación. Ejercítate, son muchos los beneficios de mantenerse activo. Asi podrás combatir la depresión, bajar los niveles del estrés, tener más energía y obtener una mejor calidad de sueño. Un poco de ejercicio para mantenerse activo de tres a cinco veces a la semana se verá reflejado en tu vitalidad en el futuro. Cuida tu cuerpo, solo tienes uno.
Ejercicio más buena alimentación es igual a una excelente salud.
Ten el valor de perdonar. El perdón es un proceso muy difícil pero liberador. El perdonar a quien te ha ofendido o te ha herido también aporta a tu felicidad. Bendice a esa persona y regálale el perdón. Al hacerlo, el beneficio es para ti mismo pues liberas a tu mente de pensamientos y emociones negativas que te mantienen anclado al resentimiento. Perdónate a ti mismo, eso es crucial para tener una vida plena. Las decisiones que has tomado estan basadas en experiencias e información que tenías en ese momento que recuerdas con dolor o tristeza. Con el tiempo las cosas cambian y se vale desviar el rumbo y olvidar. El perdón aligera tu viaje y te permite disfrutar y ser feliz.
Perdonar es la llave de tu propia libertad.
Ten el valor de agradecer lo afortunado y bendecido que eres. Agradece todo lo que das por sentado, como tener alimento, vivienda, familia, amigos y trabajo. Enfócate en las cosas buenas que la vida te ofrece y reconoce lo bendecido que eres de poder despertar cada día con una nueva oportunidad de ser feliz. Poner atención en lo importante y valioso de la vida nos lleva a abandonar la idea de que algo nos hace falta o de que no tenemos lo suficiente. El agradecimiento nos provoca satisfacción y plenitud, y planta en nuestra mente y corazón la imagen de la abundancia. La gratitud es un sentimiento que nos llena de alegría y optimismo.
La gratitud nos hace enfocarnos en lo bueno y valorar lo que tenemos.
Ten el valor de practicar la generosidad. Ese acto desinteresado de ayudar o solidarizarse con los demás sin esperar nada a cambio eleva el nivel de felicidad. Ser generoso ayuda a controlar el nivel de estrés y a reducir la ansiedad. Practica la generosidad compartiendo con los menos afortunados. Entrega tu tiempo a quien necesita de tu compañía o desea ser escuchado. Involúcrate como voluntario en una causa benéfica o conviértete en un donante. Dar siempre será mejor que recibir.
Sé generosos siempre sin esperar recompensa.
Ten el valor de sonreír. La sonrisa provoca emociones de optimismo y alegría. Sonríe todos los días frente al espejo. Sonríele a tu pareja, a tus hijos, a tus amigos, a tus compañeros y también a los extraños. Una sonrisa tiene mucho poder porque cambia tu ánimo, y por supuesto, el de quien la recibe. Sonreír trae consigo beneficios que se reflejarán en tu salud física y mental. También puede ayudar a crear una atmósfera de paz y tranquilidad con los que te rodean. Sé generoso brindando sonrisas, son gratis y contagiosas.
Siembra sonrisas y cosecharás felicidad.
Ten el valor de encontrar tu propósito en la vida. Reflexiona y observa dentro de ti para que puedas descubrir eso que te causa tanta alegría y satisfacción, que desearás invertir todo tu tiempo en ello. Esto no es tan fácil, tomará tiempo meditar y encontrar qué cosa es lo que realmente te hace sentir plenamente feliz. Define la forma en que tus dones y talentos pueden ayudar a los demás. La combinación de lo que amas hacer y la manera positiva que impacta al mundo es lo que le da valor a tu propósito en la vida.
Encontrar tu propósito en la vida te hará vivir con entusiasmo y feliz. Una vida con propósito es una vida feliz.
Ten el valor de soñar en grande. Eres capaz de cumplir todos tus sueños, no te limites, si lo puedes imaginar lo puedes hacer. Tienes el talento y las cualidades para triunfar, solo debes creer en ti mismo y emprender la aventura de tu vida. Tus sueños son solo tuyos, te pertenecen y nadie tiene que autorizarlos. Sueña en grande, visualiza, decreta y trabaja por tus sueños. Puedes conseguir todo lo que anhelas, llegar tan alto como te lo propongas y explorar el mundo.
Los sueños se cumplen, solo tienes que creer.
Ten el valor de escribir tu propia historia. Tú eres el autor de tu libro de vida, tu decides su contenido. Escríbela con amor, ilusión, esperanza, fe, libertad, sin prejuicios y sin inhibiciones. Ilústrala con actos de amor que transmitan lo pleno y feliz que eres. Vive consciente de lo que quieres que suceda en tu vida y busca la forma de conseguir todo eso que sueñas y anhelas. No le temas al fracaso, aprende de él, tómalo como un impulso para mejorar en el futuro. Si caes levántate y vuelve a comenzar, no te rindas, tienes un camino que recorrer, sembrar y cosechar. Permite que tu paso por la tierra tenga el valor que merece, el que tú decidas darle.
Eres el autor de tu propia historia.
Ten el valor de tomar acción y transformar tu vida. Decídete hoy, comprométete con ese objetivo que tanto has postergado. El miedo no se irá, te acompañará siempre, enfréntalo y no podrá detenerte. Da el primer paso, atrévete a arriesgar, fallar, volver a intentar y nunca rendirte. Navega contra la corriente si lo crees justo, no pienses que serás juzgado, la gente siempre habla. Eres libre, nada ni nadie sobre la tierra puede detenerte. Tú eres el capitán, guías el timón y creas tu destino.
Solo necesitas veinte segundos de valor.
Ten el valor de vivir la vida, no solamente existir. Vivir no tiene nada que ver con los años que permanezcas vivo, sino con lo que disfrutas de la vida, las experiencias que te atreves a tener y el recuerdo que dejas en los demás cuando te marchas. Vive cada día como si fuera el último. Disfruta el presente, es lo único que te pertenece. Lánzate a la aventura con la certeza de que naciste para ser inmensamente feliz. El control lo tienes tú y serás tú quien sufra o goce. Relaja tus alas, puedes volar más alto. Suelta el miedo, solo eres responsable de tu propia felicidad y no de la de los demás.
Convierte tu vida en una aventura y obtendrás la certeza de que estás viviendo.
Recuerda, si tienes valor de enfrentar tus miedos y creer en ti y en tu potencial, la magia ocurrirá y todo lo bueno y valioso de la vida llegará a ti como un imán. La felicidad está dentro de ti en esos pequeños detalles cotidianos que terminamos por restarles importancia, en el amigo, en la familia y en la soledad de tu habitación cuando el silencio llega. Sonríele a la vida y sueña en grande. La vida hay que vivirla con todo lo que significa vivir.
Elige ser feliz