Si lo puedes imaginar, lo puedes hacer

Emprendemos nuestro camino con un puñado de ilusiones que iluminan nuestro andar. En el trayecto vamos apagando cada una de ellas, dejamos de soñar y dejamos de creer. Vamos por la vida en completa oscuridad permitiendo que destellos de aparente felicidad nos atrapen.

Desde niños nos encaminan por senderos que no están en nuestros sueños. Nos programan para seguir reglas que no entendemos y nos educan para ser esclavos de un trabajo que nos permita sobrevivir. 

Crecemos pensando que el trabajo duro para obtener comodidades, placeres, viajes, autos y una buena casa, es la ruta a la felicidad; y que poder proveer a la familia con todo lo que necesita materialmente, es triunfar y tener éxito. 

Trabajamos tiempo extra, días festivos, fines de semana y fechas importantes, para obtener un poco más de ingreso o simplemente porque las cosas son así y es nuestra responsabilidad. Luchamos por los sueños de alguien más y postergamos los nuestros. 

Nos encadenamos a una fuente de ingreso segura para seguir acumulando bienes materiales, y sin estar conscientes, terminamos trabajando por los sueños de alguien más. De pronto nos damos cuenta que la vida pasó, los hijos crecieron y nuestros sueños se quedaron olvidados o abandonados por el temor al fracaso.

No estoy diciendo que un empleo de planta esté mal. Conozco personas que aman lo que hacen dentro de una empresa, se desarrollan y crecen dentro de su profesión. A lo que no le encuentro sentido es a vivir amargado y quejándote de un trabajo que no te gusta y que te aleja cada vez más de lo que un día fueron tus sueños.

Hay tantas historias de personas que decidieron estudiar una carrera que no les gustaba presionados por los padres, la familia, la sociedad o porque era una profesión bien remunerada. Ellos terminan trabajando en algo que no les agrada y se vuelve un fastidio tener que vivir en la rutina de un horario haciendo un trabajo que no les gusta.

“Cualquier persona que deja de aprender es viejo, ya sea a los veinte u ochenta años. Cualquier persona que sigue aprendiendo se mantiene joven. La cosa más grande en la vida es mantener la mente joven.” Henry Ford

La educación y el constante crecimiento personal de un individuo es de vital importancia. El desarrollo personal no se limita a la educación formal. Debemos estar dispuestos a obtener conocimiento y aumento de habilidades durante toda la vida.

Llega un momento en la vida en que nos percatamos de que todo lo que un día imaginamos que podíamos lograr se quedó pendiente, esperando tener tiempo, dinero u otro trabajo. Es hora de despertar, de volver a creer en ti y en tus sueños; si lo puedes imaginar, lo puedes hacer.

Cumplir nuestros sueños debe ser el principal objetivo en nuestra vida. Es importante darnos cuenta si nos hemos alejado de ellos, y así poder retomar el camino y trabajar por nuestros anhelos. Nunca es tarde para tomar el control de nuestra vida y empezar a convertir en realidad todo lo que imaginamos.

“Nada sucede a menos que primero sea un sueño.” Carl Sandsburg

Cuando decidamos hacer lo que realmente amamos y comencemos a dar pequeños pasos hacia nuestros objetivos, nos sorprenderemos de lo que podemos conseguir. Las oportunidades y la información que necesitamos para lograr nuestras metas llegarán a nosotros de manera increíble. Dios pone en nuestro camino todo lo que necesitamos para que nuestros sueños se conviertan en realidad.

Los sueños se cumplen, solo tienes que creer

Tener sueños le da sentido a nuestra vida y nos mantiene con ilusiones. Lo más importante para alcanzar los sueños es tener fe y perseverancia. Soñar en grande con la confianza de lograr enormes resultados, genera la fuerza para ser constantes y firmes con nuestros objetivos.

Creer en nosotros mismos y en la posibilidad de lograr lo que más anhelamos, nos hace conservar la esperanza. Tomemos el valor de reanudar ese camino repleto de ilusiones, deseos y aspiraciones.   

Encaminarnos a nuestros sueños significa trabajar por ellos. Debemos trazar un plan, fijarnos metas, buscar las herramientas que necesitamos, encontrar a personas que nos apoyen, y sobre todo, mantenernos positivos y motivados. 

No podemos rendirnos ante la adversidad o el miedo. De pronto las cosas se pueden tornar difíciles, pero cuando nuestro sueño se trata de algo que realmente amamos hacer, nada puede detenernos. Nunca será un sacrificio lo que hagamos para conseguir cumplir eso que tanto deseamos.

 “Si tus sueños no te asustan, no son lo bastante grandes.” Ellen Johnson Sirleaf

No le dejemos nuestras aspiraciones y ambiciones a la suerte. Es nuestra responsabilidad crear oportunidades y cultivar nuestra buena suerte. Nada es gratuito ni cae del cielo como la lluvia, para lograr grandes cosas debemos luchar y perseverar en lo que se quiere. Con una buena actitud, con amor a lo que hacemos y con persistencia, todos nuestros sueños se pueden convertir en realidad.

Cuando hacemos lo que más nos entusiasma, podemos ver la vida con esperanza y alegría. Si acaso durante el camino de tu vida has abandonado lo que siempre soñaste ser, detente, nunca es tarde; los sueños no tienen fecha de expiración. Este viaje llamado vida es muy corto y debemos vivirlo realizando lo que verdaderamente amamos hacer. Nuestra vocación o nuestro sentido de vida se basa en la certeza de que lo que hacemos es lo que realmente despierta verdadera felicidad en nosotros.

Los tiempos de Dios son perfectos. Cuando estamos listos, él nos habla de diversas formas y pone en nuestro camino señales y oportunidades para cumplir nuestros sueños.

“Nunca es demasiado tarde para ser lo que podrías haber sido.” George Eliot

A continuación te muestro 5 consejos sencillos que te ayudarán a lograr tus sueños.

• Define tus sueños. Busca dentro de tu corazón lo que deseas hacer con tu vida, hacia dónde quieres dirigirte y qué anhelas conquistar. Encuentra el sentido de tu vida. Elige lo que llena tu corazón de alegría, satisfacción y libertad. 
• Cree en tus sueños. La fe te da esperanza y te impulsa a avanzar en el camino con plena seguridad de que puedes lograr tus sueños. Confía que eres capaz de alcanzar todo lo que te propongas. 
• Traza un plan. Establecer metas para lograr tu propósito hará más fácil el trayecto. Tener un plan y empezar a dar pasos pequeños hacia lo que quieres lograr, es el camino para conseguir lo que deseas.
• Cumple con el plan. Sigue el plan que trazaste; a medida que avances y tengas pequeños logros, te sentirás animado. 
• Persevera. Sé perseverante y mantente motivado. Dedica tiempo y energía al plan para alcanzar tus sueños.

“La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante.” Paulo Coelho

Protege tus sueños, son solo tuyos, nadie tiene el derecho de opinar sobre ellos. No escuches a quien te diga que no puedes o que tus sueños son inalcanzables e irreales. Encontrarás personas que no tienen el valor de luchar por sus sueños ni creer en ellos mismos e intentarán contagiarte de su inseguridad y su miedo. Sigue adelante, nunca te rindas, avanza sin miedo y no te limites.

Si lo puedes imaginar, lo puedes hacer.